Lilypie Primer Ticker

martes, 11 de noviembre de 2008

La vie c'est une historie

La Bella y la Bestia es un cuento tradicional europeo. Su origen podría ser una historia de Apuleyo, incluida en el libro “El Asno de Oro”, titulada Cupido y Psique.

La mitología cuenta que Psique era una hermosa princesa de un reino lejano, tan hermosa era que todos cuantos pretendientes se acercaban a ella se marchaban atemorizados por su belleza.
Sus padres, muy tristes y viendo que se convertiría en una solterona decidieron poner fin a esta pretendiente de vestir santos. Pidiendo ayuda a los Dioses del Olimpo, el oráculo vaticinó que debía ser abandonada y que un monstruo horrible se la llevaría y desposaría. Más vale feo y conocido que guapito y playboy, y así los padres la dejaron a su suerte, pero que suerte….

Psique, que en griego significa razón, fue llevada lejos de su hogar, esto a qué me suena, y una voz amable, sin rostro aunque ella lo imaginaba abominable, la calmaba con dulces palabras.

Ella poco a poco, empezó a descubrir los placeres conyugales y mira será feo, pero la tenía consentida, lo único que le pedía Cupido es que nunca le mirase el rostro cuando se encontraba cerca de la bella Psique, que por norma general solía ser bajo el amparo de la oscuridad de la noche, ya se sabe que los gatos de noche todos son pardos.
Y pasaron los meses y los días, y una noche Psique le pidió a Cupido que la dejarse ir a ver a su familia, a la bestia se le reblandeció su corazón, pues también estaba enamorado de la bella y no pudo negarse, así que a la mañana siguiente la princesa regresaba a su reino.

Allí la esperaban ansiosas sus hermanas, que eran la versión femenina de los hermanos Calatrava, pero encima envidiosas, no tenían por donde cogerse, sólo querían burlarse de su hermana, por estar casada con el presidente del club de los feos.
Psique, les nombró no solo las riquezas materiales que le proporcionaba, sino también la riqueza de su bondad, se le fue la lengua como suele pasar cuando las palabras brotan de una boca enamorada, y les contó lo del secreto de no poder mirarle sino él se marcharía lejos de ella y nunca más volvería a saber de su persona. Ladinas invitaron a Psique, que no tenía mucho conocimiento aunque tenga por nombre razón, a que mientras durmiese Cupido ella acercando una lucerna pudiese contemplar su rostro.
Así que con este consejo Psique retornó a su jaula de oro y amor; esa noche seguro que hubo tema y al tiempo en que Cupido quedaba bajo los efectos del sopor Psique acercó el instrumento lumínico, ay va la sorpresa que se llevó, pues más bien parecía el último atlante sobre la Tierra, emocionada y sin darse cuenta que una gota de aceite pendía de la lucerna, Psique fue a besarlo, pero esa gota chivata cayó y despertó a Cupido sobresaltado y enojado, pues su amada a la que nada le faltaba había roto su promesa.

Marchó lejos del palacio-jaula de cristal y oro, dejando sola a la bella princesa, ella vagó y vagó por el mundo en busca de su amado y de pena murió bajando a los dominios de Hades. Cupido al conocer el oscuro fato de Psique decidió bajar al Inframundo, sótano derecha, pidiole a Hades que la dejase volver junto a él.

Por ello, no separes nunca el amor de la razón; aunque vendado sus ojos el primero, el segundo vislumbrará la invidencia del corazón.
Cupido y Psique vivieron felices, y comieron ambrosia, y no perdices.

Aproximándose al mito, me acerco a la fábula y al cuento, desarrollado y recopilado por otros autores, a lo largo de diferentes franjas geográficas y temporales, se crea un arquetipo cultural, que viene a concluir con la lección moral anterior del mito, representado por Cánova en su famosa escultura.



Pero la gradación de éste a lo largo del tiempo y los lugares, conforma nuevos relatos y se enriquece con nuevas lecturas, recordemos la versión adaptada de La Bella y la Bestia de Disney (1991), tiene un buen trasfondo, la percepción de la niña-bella-adolescente del sexo como algo malo y el hombre que la desea como una bestia, uy si ya tenemos los dos elementos, pero hay otra lectura y es que sólo el amor puede transformar algo malo y repudiado en algo hermoso, como el beso de Bella a Bestia.

Os dejo, posiblemente, con una de las mejores versiones adaptada al cine, de Jean Cocteau, del mito-cuento.




Recordando para finalizar este post a la enorme bestia enamorada de Ann, y esperando que la frase sentenciosa no se cumpla para todos aquellos enamorados aunque tengan más pelo que Chewaka: "No fueron los aviones. La belleza mató a la bestia". (King Kong, Robert Amstrong, RKO, 1933).



¡Y colorín colorado, este cuento se acabado!